La ocupación romana de la actual provincia de Cáceres trajo consigo, entre otras cosas, la implantación de un sistema viario en el que destaca la llamada Vía de la Plata, que cruza el territorio de Norte a Sur. Además, la primera ocupación militar dejó huella en campamentos romanos como el de Cáceres el Viejo, fundado por el general Cecilio Metelo durante las guerras sertorianas en torno al año 80 a .C., cuya identificación con los asentamientos de Castra Caecilia  o Castra Servilia que citan las fuentes sigue planteando dudas. De ese yacimiento destacan el quemaperfumes cerámico dedicado a Serapis, un dios sincrético greco-egipcio, o la estatuilla de bronce de Minerva – Atenea, una divinidad guerrera que permaneció virgen, también considerada en el mundo griego como la diosa de la Razón.

La vitrina que podemos ver a continuación se refiere a la ciudad de Cáparra, uno de los núcleos urbanos pertenecientes a los Vettones; en sus primeros tiempos fue una ciudad indígena que comenzó posteriormente a experimentar la influencia de la romanización, recibiendo un gran impulso al construirse la Vía de la Plata en época de Augusto, perdurando hasta el Bajo Imperio, como muestran sus murallas, semejantes a las de otras ciudades de la región: Augustóbriga, (Talavera la Vieja), Norba (Cáceres), o Caurium (Coria). De Cáparra destaca un magnífico arco cuadrifronte levantado a expensas de Marcus Fidius Macer en honor de sus padres, que sirvió de entrada probablemente al foro de la ciudad; se expone una ocrea o espinillera de bronce con baño de plata, una copa de vidrio que se fecha en el S. IV d. C. y dos bisagras de puerta de bronce del yacimiento caparense.

Se puede contemplar un conjunto de objetos relacionados con el mundo de los muertos; de Cáparra aparecen un fragmento de ara funeraria, varias piezas de cerámica y el ajuar completo de un sacerdote, de Malpartida de Cáceres proceden un plato de cerámica sigillata y un ungüentario de vidrio y de Berzocana, una jarra de barro.

Puede verse también una inscripción hallada en 1887 en la muralla romana de Talavera la Vieja; su texto, una dedicatoria de agradecimiento por su hospitalidad al Senado y al pueblo de Augustobriga, permitió en su día identificar de manera inequívoca la ciudad romana con el pueblo conocido como Talaverilla. Así mismo, destaca una hermosa escultura de Diana cazadora procedente de Madrigalejo, y el Mosaico de la Caza, hallado en la villa romana de El Olivar del Centeno (Millanes de la Mata), en el que hay que señalar el dinamismo de la escena.