En el propio casco urbano de Cáceres, caso verdaderamente infrecuente, se encuentra Maltravieso, la más relevante huella del arte paleolítico en Extremadura. Cuenta con una treintena de grupos de motivos que representan cincuenta y tres manos humanas en negativo, rodeadas de pigmentos rojizos. A lo largo de sus 100 m. de longitud, se pueden observar las manos pintadas junto a puntos o rayas en negro y otros motivos grabados con buril en la pared.
Los estudios más recientes, realizados con sofisticada tecnología, han mostrado la existencia de numerosas representaciones antes desconocidas, no sólo de manos, sino también posibles figuras de animales grabadas.
La casualidad quiso que una explosión para extraer de mineral de la zona de “El Calerizo” de Cáceres dejara al descubierto, en 1951, una entrada a la cueva. Sin embargo, fue Carlos Callejo quien descubrió las pinturas cinco años más tarde.
En aquellos momentos se descubrieron también restos de ocupación humana en la cueva, cerámicas, útiles, huesos de personas y de animales; pero los estudiosos atribuyeron esos hallazgos a una época muy posterior a las pinturas, concretamente al Neolítico y la Edad del Cobre. Desde su descubrimiento, a las pinturas de la cueva de Maltravieso se les ha venido atribuyendo una antigüedad de entre 15 y 25.000 años; sin embargo, un estudio reciente realizado mediante la técnica de datación del Uranio / Torio ha mostrado que al menos alguno de los paneles de manos impresas de Maltravieso tuvo que plasmarse en torno al 66.700 antes del presente, de modo que necesariamente tuvieron que ser hechos por humanos de la especie Neandertal; esto situaría a Maltravieso como la cavidad que alberga algunas de las manifestaciones de arte rupestre más antiguas del mundo.
Desde 2001 la cueva ha sido objeto de excavaciones arqueológicas por el Equipo Primeros Pobladores de Extremadura, que ha descubierto en su interior vestigios de una actividad humana muy anterior a las pinturas, fechable hacia el 350.000 antes del presente.
En realidad, la cueva de Maltravieso formaría parte del complejo kárstico cacereño, junto a las cuevas de El Conejar y Santa Ana, donde se documenta la presencia de homínidos ya en época pleistocena, que se puede remontar hasta el 800.000 antes del presente a través de útiles líticos y restos de fauna.
Tal como sucede en otras cuevas, la necesidad de preservación de las pinturas y del mantenimiento de niveles razonables en el interior hace que el número de visitas deba ser limitado. Por ello, el Ayuntamiento de Cáceres y la Consejería de Cultura e Igualdad de la Junta de Extremadura optaron por que de forma general se diera a conocer al público visitante la riqueza patrimonial del lugar a través del Centro de Interpretación, inaugurado en 1999 y reformado en 2019.
En el Centro, los visitantes pueden conocer cómo es la cueva y sus manifestaciones artísticas, su historia y avatares, sus descubridores e investigadores, e incluso sumergirse en el oscuro ambiente de una cavidad como la que habitaron nuestros antepasados del Paleolítico.