2016
«Paisajes de la inmigración»
Luis Vázquez
Del 10 de septiembre al 30 de octubre
Se trata de sensibilizar a la población y al poder político a través de mi visión personal de los paisajes de la inmigración.
En el año 2001 voy de vacaciones de Semana Santa a Marruecos, es mi primer contacto con África y el Estrecho de Gibraltar. Sería la primera de muchas más. Allí descubro un bello y acogedor país, paisajes, a sus gentes y costumbres.
Estuve volviendo una y otra vez hasta hoy, supongo que porque hice amigos y sobre todo porque me sentía vivo. Me encontraba con gente que te hacía proposiciones para salir de allí, te pedían que les hicieras un contrato en España, casarse contigo o cosas incluso más descabelladas como comprarte el pasaporte para poner su foto o esconderse en mi coche para así pasar la Frontera.
Conozco a gente que lo consiguió, pero también a amigos que no y que hoy día están desaparecidos. Comprenderán que sea una persona bastante sensible hacia estos sucesos cada vez que se repite la historia y eso, sucede con mucha frecuencia. Se me parte el alma.
Un día en el bulevar de Tánger, en un mirador desde donde se ve España y las luces de Tarifa y Algeciras, charlaba con mis compañeros de mirador en general de cosas triviales y otras no tanto. Al final siempre salían historias del paso del estrecho y una frase, “Son sólo 14 Km”, ya ven, si no hubiera mar sería un paseo. 14 o 100 qué más da. A ustedes, ¿no les ponen nerviosos las fronteras? ¿por qué? las fronteras, por qué tu me dices dónde puedo ir: ¿por qué? Y yo me pregunto, ¿qué ocurría si no hubiera mar?, ¿si el paso fuera franco? ¿todas estas muertes terminarían?, ¿o se levantaría otro muro?, en este caso artificial, como ha ocurrido hasta ahora.
Si me permiten, yo tengo una idea: si no hubiera este muro de mar quizás hubiera una ciudad habitable y humana con el paso franco, con sus puentes y casas abiertas, con sus parques, escuelas y museos. Punto de encuentro donde los pueblos se den la mano. Se imaginan la CIUDAD UTÓPICA. Hasta que esto suceda “lo que es, es lo que es”.
Esto que fue el inicio ha terminado siendo el punto final de mi proyecto, mientras que el comienzo es la persona, en este caso “El Ilegal” y su gran viaje.
Y finalmente un trozo del timón de una patera encontrado al azar que materializa “El Ilegal”. Qué palabra, tú no eres legal, qué mal rollo. Siempre volviendo la cabeza con la desconfianza del que se sabe perseguido. El hombre sin brazos, perdón, quise decir sin papeles.
Luis Vázquez
Inauguración:
Sábado, 10 de septiembre a las 12,00 horas. Entrada libre
Horario de visita:
Martes a sábados de 9,00 a 15,30, Domingos de 10,00 a 15,30. Lunes cerrado.
«Banat / Extremadura»
Aproximaciones culturales entre Rumanía y España
Del 15 de septiembre al 30 de octubre
Como parte de las actividades que se llevarán a cabo con motivo de las Jornadas Europeas de Patrimonio 2016, la Junta de Extremadura, en colaboración con miembros de la comunidad inmigrante rumana en la región, ha organizado la exposición fotográfica «BANAT / EXTREMADURA. Aproximaciones culturales entre Rumanía y España», que podrá visitarse en el Museo de Cáceres entre el 15 de septiembre y el 30 de octubre de 2016 y que mostrará los evidentes paralelismos entre ambas regiones con un pasado romano común e idiomas romances. Los temas de la muestra girarán en torno a la arquitectura tradicional de entramados de madera, la matanza del cerdo, la gastronomía basada en platos de carne y derivados lácteos, la agricultura y los paisajes culturales, la religiosidad popular y la cultura de la muerte, y la relación entre las gentes y el entorno natural.
Ambas regiones europeas, aunque geográficamente distantes y con contextos históricos distintos, presentan similitudes en sus respectivas realidades. El acercamiento a otra cultura puede hacerse con el objeto de criticar lo propio y conocer lo ajeno, como decía Claude Lévi-Strauss, algo que quizá nos ayude a entender que compartimos con muchas comunidades inmigrantes muchas más cosas de las que podríamos imaginar.
La exposición se concibe como una intervención en la Sección de Etnografía del Museo, utilizando las salas de la exposición permanente para mostrar, a través de la fotografía, los elementos culturales que se quieren resaltar y que deben ser tenidos en cuenta en el referido contexto de paralelismos constatados en las regiones de Banat y Extremadura.
La muestra ha sido organizada por la Dirección General de Bibliotecas, Museos y Patrimonio Cultural, con la participación y colaboración del Museo de Cáceres.
Horario de visita en septiembre:
Martes a sábados de 9,00 a 15,30 y de 17,00 a 20,30. Domingos de 10,00 a 15,30.
Lunes cerrado.
Horario de visita en octubre:
Martes a sábados de 9,00 a 19,00. Domingos de 10,00 a 15,30.
Lunes cerrado.
Taller de pintura de la Asociación Aspainca
Del 16 de junio al 17 de julio
Como es tradicional en el Museo de Cáceres, el mes de Junio está dedicado a la colaboración con entidades que, como la Asociación ASPAINCA, trabajan por la integración de las personas discapacitadas y la normalización de sus vidas y las de sus propias familias.
Entre las actividades que, desde 1987, viene desarrollando la asociación, se encuentra el taller de pintura, en que los jóvenes adquieren una formación artística y utilizan al mismo tiempo el arte como terapia y elemento integrador; en esta ocasión, el Museo abre sus puertas, como viene haciendo desde 2001, a los creadores de ASPAINCA con la seguridad de que todos los visitantes sabrán valorar el esfuerzo y el mérito del trabajo que profesores y alumnos desarrollan en este centro.
En esta ocasión, las obras expuestas se refieren al mundo de los cuentos, como ámbito ideal para el despliegue de la fantasía de los jóvenes artistas participantes.
Emplatando hojas
Emilio González Núñez
Desde los tiempos más remotos el hombre siempre se ha aprovechado del entorno, de los materiales y objetos existentes. Después de 50 exposiciones individuales y más de 200 colectivas, ahora presento «Emplatando hojas».
También yo me he aprovechado de mi entorno para realizar y crear arte. Allí en la carretera de Trujillo pinté el muro «Luces de Cáceres». En la montaña, en el Puerto de Honduras, a 1.440 m. de altitud, coloqué el «Monumento a los montañeros», y en Malpartida de Cáceres el «Homenaje a los Abuelos»; también elevé el «Monumento a la Humanidad», en la cacereña Avenida Ruta de la Plata y en Tejeda se quedó en agua de borrajas mi proyecto «Puerta y umbral de la Vera», aunque no descarto retomarlo en mi retirada a la Vera.
Ahora que vivo enfrente del Parque del Príncipe, con la diversidad de árboles, plantas y arbustos con que tan generosamente nos deleita la Naturaleza, no podía por menos que me llamaran la atención las distintas formas de hojas: las cuadradas como el tulipero, las de abanico del árbol biloba y no digamos las hojas del árbol de fuego, árbol botella, árbol del amor, etc, etc.
La fuente principal, ha sido el Parque del Principe. Tenía las hojas, pero descocía el nombre del árbol; gracias al dios Internet localizaba dicho árbol, dando vueltas y vueltas, navegaba por la red hasta localizar a qué árbol pertenecía. No era tan fácil, pero a través de sus semillas y su caducidad me valían para dar con el árbol a que pertenecía la hoja. Muchos de estos árboles son asiáticos, orientales y desconocidos en la zona mediterránea.
Esta exposición me ha servido para conocerlos y estudiarlos, sólo unos pocos porque queda una infinita variedad de árboles y arbustos. Tampoco podía dibujar las hojas parecidas entre sí, hay muchas y muy parecidas, sólo me interesaban las de muy distintas formas. Otro reto más serían las hojas silvestres.
En esta exposición presento 34 hojas de árboles y arbustos emplatadas en platos viejos de cerámica. La técnica es barro natural tratado, dibujada y fijada en el plato.
Emilio González Núñez
El lenguaje pictórico de
Guiomar Álvarez de Toledo
Guiomar es una pintora de una gran visceralidad y fuerza. Una artista exigente consigo misma que no rehúye nunca un reto y que investiga y bebe de las fuentes más puras de la escuela realista para vestirla con un toque muy personal.
La serie de obras que se presentan en el Museo de Cáceres son fruto de sus diferentes líneas pictóricas. Su pasión por la tauromaquia y por el mundo del toro, la ha llevado a explorar diferentes aspectos de la lidia así como un estudio profundo del animal, al que engrandece con diversas pinturas que nos hablan de la potencia, la nobleza y la fuerza del gran protagonista de la Fiesta Nacional por antonomasia. La poesía del toro encuentra en Guiomar una vate insigne, escapando de tópicos y mostrando imágenes de una belleza sorprendente.
La segunda línea de obras presente en la exposición son sus retratos. Guiomar Alvarez de Toledo se sale del retrato convencional, buscando plasmar un gesto, una mirada, un escorzo, que le permita plasmar en sus lienzos el alma. A través de formatos pequeños e intimistas como la cabeza del conde de la Camorra, o de grandes lienzos como el de Tita, su pincel explora hasta encontrar aquello que busca y plasmarlo en un alarde de talento.
Y es que lo que define a la artista es precisamente su entrega plena a su trabajo, la intensidad que desprende su obra es la de una pintora comprometida con su obra, una artista valiente que quiere salirse del realismo manido para encontrar vías nuevas de expresión. Eso hace que contemplar una exposición de Guiomar Alvarez de Toledo sea una experiencia vibrante e intensa que nunca deja indiferente a nadie. De su pincel fluye la vida y la riqueza de su gama cromática nos envuelve y nos introduce en su mundo de un modo que vibramos con ella en cada una de sus obras.
José Miguel Carrillo de Albornoz Muñoz de San Pedro
Vizconde de Torre Hidalgo
En la exposición que presenta Jesús Méndez en el Museo de Cáceres, la luz se hace ante nuestros ojos en las variadas composiciones, y en los cambiantes colores escogidos por el autor a lo largo de su carrera artística, que se expone ahora, pero muy especialmente en las creaciones de los años más recientes, en que reivindica la pintura au plen air con esas vistas de su querida ciudad de Cáceres henchidas de la vitalidad que le confieren la ágil lectura y el radiante colorido.
El pintor realiza un paseo acertado por la ciudad de Cáceres en el que esboza en sus cuadros la luz que cada día amanece sobre una ciudad, en la que sus casas fuertes y sus palacios son un testimonio y un ejemplo único de características patrimoniales e históricas propias de Extremadura.
(…) Ese conjunto, sus casas y mansiones, sus caminos, están en la perspectiva acertada de Jesús Méndez, que con sus pinceles homenajea a una ciudad con el cariño de los que la conocen y la sienten: sus pinturas me hacen recordar a Juan José Narbón, Victoriano Martínez Terrón y Francisco Martínez Moreno, que dedicaron su atención a ese entorno con acierto.
José María Saponi Mendo
Jesús Méndez es expresionista porque sus obras están realiza-das con espontaneidad, al mis-mo tiempo que su agilidad es permanente y sutil. Está repleta de accidentes provocados (me estoy refiriendo a la mayoría de los paisajes realizados en los años noventa), donde existe la tragedia como constante entre lo cotidiano y lo universal. Su color posee una violencia extrema, con tonos contrastados también violentamente. Y ¿qué decir de los argumentos emplea-dos? Mucha tierra y poco cielo; la tierra son los valles, colinas… ¿y el cielo? El cielo está, como en casi todos, muy lejos.
Juan José Narbón Terrón
